Especial de Vilma Lilia Osella
El delta de Tigre es una atracción fascinante. La ciudad, completamente vigorizada, ofrece un alojamiento 5 estrellas de raras características. Hay recreos y paseos. Un puerto de frutos, el viejo Tigre Hotel que es memoria; un casino espléndido, una costanera de lujo e infinitos deportes que esperan en ríos no contaminados y arroyos. Está también el Parque de la Costa para disfrutar en familia.
Uno puede tener el privilegio de alojarse en la casa que el ingeniero Maschwitz construyó para él y su mujer, allá por 1913, en épocas cuando los porteños veraneaban en Tigre. “El nunca usó este lugar porque murió antes de estrenarla”, explica Corina Holste encargada de RRPP en Villa Julia, hotel 5 estrellas que NA Town & Country Hotels incorporó a sus exclusivas ofertas. Se ubica en el Paseo Victorica y frente al Río Luján. Tiene 5 habitaciones: una suite estilo loft, dos suites con terraza propia y dos habitaciones de lujo con terraza compartida. “Están equipadas con las máximas comodidades integrando los elementos tradicionales con una decoración moderna y funcional. Los petit muebles, los sillones y los adornos se compraron en casa de anticuarios. Los cuartos poseen pisos originales y terraza con vista al río”, enuncia Holste. Y añade: “Villa Julia ha sido restaurada cuidadosamente conservando su estructura original de casa de veraneo; la fachada está adornada con importantes columnas que sostienen la galería y el hall de entrada conserva sus pisos de mosaicos venecitas y molduras decorativas. Es la alternativa diferente para el descanso y tiene un restaurante de cocina internacional con influencia mediterránea”
Pasear por el parque de 1600 metros cuadrados que rodea la villa, puede ser la primera de las actividades a desarrollar en Tigre; otra, usar la pileta de este hotel que en otoño y primavera está climatizada; o caminar por la costanera (Paseo Lavalle-Victorica) a la sombra de la frondosa arboleda de la costa, observando el río Luján y sentarse a su vera contemplando la movida náutica que provocan lanchas, catamaranes, botes y demás vehículos de navegación que parten desde la Estación Fluvial. Allí mismo está el Ente Municipal de Turismo de Tigre, que proporciona todo tipo de información para disfrutar la ciudad y su delta. Villa Julia tiene su propia lancha, de las del ’50, toda de madera lustrada, donde llevan a pasear a sus huéspedes, pero todo tipo de embarcación puede alquilarse para aprovechar los ríos, riachos y arroyos que zigzaguean por el singular y multiverde delta donde las cortaderas avanzan desde la costa, los ceibales se caen torpemente al agua y los camalotes se preparan en la orilla para emprender su fluvial travesía.
Mimbres, ratán y frutos
A cielo abierto y en el Puerto de Frutos hay artesanías de mimbre, caña, ratán y madera; licores elaborados con frutos del Delta; velas de todos colores; flores artificiales y secas; muebles y petit muebles y un sinfín de abalorios que tientan a sacar su billetera., hasta al señor más formal Está abierto de lunes a lunes de 10.00 a 19.00. Durante los días de semana sólo algunos locales trabajan y se encuentran allí varios restaurantes y confiterías donde se puede almorzar o tomar el té o algún trago. También hay un parque de juegos para los chicos donde mimos y payasos muestran sus habilidades. Las verduras, las frutas, se agregan a la oferta junto a hongos de pino, setas, aceitunas preparadas de varias maneras. El color, los sonidos, los olores se presentan a los sentidos. Todo es natural, de tangibles beneficios.
Otro hit de este paseo es el Tigre Hotel que se demolió en 1940 y se restaura hoy para devenir en el Centro Cultural de Tigre, respetando su estructura original. Los restauradores trabajan a puertas cerradas. Nadie dice qué se hace en el interior pero desde afuera se aprecia un rescate total de sus molduras, su pintura original y su techo de pizarras grises. Contrariu sensu está el Casino, siempre abierto para ofrecer entretenimientos y con dos espléndidos restaurantes de precios accesibles. Y el Parque de la Costa que abre en vacaciones todos los días y en épocas normales de viernes a domingos incluyendo feriados.
Recreos isleños
Si se llega al Tigre con auto, hay distintos estacionamientos privados en los alrededores de la Estación Fluvial, cuando se decida visitar algún recreo. Los hay privados o sindicales donde abonando una entrada, se accede para jugar al fútbol, al voley y tirar un poco de carne a la parrilla. Con suerte hasta hay pileta y si no la hay, el río es una buena variante. Está la posibilidad de ir sólo a almorzar a algún restaurante y pasar un amable momento. Es posible pernoctar en hosterías, complejos de cabañas o casas de alquiler. Hay zonas donde los lugareños trazaron senderos por donde se puede caminar y apreciar su forma de vida. “Son huraños en la cotidianeidad y solidarios en la emergencia”, manifiesta Adriana Mandelli quien viaja con su marido y su nieta en la lancha colectiva de la empresa Interisleña. “Nosotros alquilamos una casa todo el año por $500 por mes. El jueves traigo carne y algunas otras provisiones desde Palermo donde vivo en Buenos Aires. Somos 4 en la familia. Tenemos la proveeduría al lado de la casa, pasa la lancha almacén cada hora y la Gendarmería y el Dispensario tienen sus instalaciones enfrente, a una cuadra.” Los Mandelli aseguran que por el Arroyo Rama Negra, donde residen en el Delta, los vecinos son amigables, el agua incontaminada, los peces de fácil pique, el silencio una bondad invalorable y los apacibles días “Cargan las pilas para seguir el trabajo en la semana”, se alegran. Otra versión del Delta es la zona del río Sarmiento. “Pasa la lancha con tartas, con panchos, con sándwiches de lomo. A cada rato hay una promoción de fiambres, vinos o licores de diferentes marcas. La lancha almacén vive en ese río y los chicos se potencian de tal manera que no los para nadie. Allí hay tanta movida como en la costa”, informa Claudia Fráncica propietaria del restaurante-recreo “Atelier Chez Lissie”, a 22 Km. de Tigre por vía navegable con apreciable oferta culinaria y recreativa (ver nota aparte).
El transporte y otras yerbas
Las lanchas colectivas zarpan desde la Estación Fluvial de Tigre situada en la calle Mitre 305. A partir de los seis años se pagan boletos y el importe varía conforme el destino. Si se desea hacer conexiones entre diferentes puntos isleños, se abona un adicional. Los pasajes se compran en las boleterías pero conviene averiguar bien los horarios de salida, ya sea llamando por teléfono a la empresa transportadora o acudiendo al Ente de Turismo de Tigre, ubicado enfrente de la terminal náutica. Las mascotas si son grandes, viajan en la parte superior de la lancha y si son pequeñas debe llevarse en una canasta. El tiempo completo de navegación de estas lanchas es de 3 horas y si los pasajeros no abundan se lo puede aprovechar punto a punto. Esto también hay que confirmarlo con la Empresa Interisleña. Funcionan de 8.00 a 19.00 y si se pierde la última lancha se puede llamar telefónicamente una lancha taxi. Los catamaranes son otra forma de trasladarse. No se detienen y tienen amplios ventanales por donde se filtra el paisaje. Ofrecen almuerzos, servicio de confitería y buena música funcional. Los deportistas tienen posibilidad de hacer salidas en botes de remo o kayak en compañía de un guía o instructor. El wakeboard, el ski acuático y el canotaje también encuentran continente en las aguas de los numerosos ríos de estas islas. Hay safaris fotográficos, avistaje de aves y caminatas para los más tranquilos y sólo la observación para los solitarios.
No tan lejos de Tigre, está también Teimaiken para los chicos y los grandes. Y no olvidemos que Unicenter espera muy cerca para todo tipo de compras. Si no se llegó hasta este destino en auto, a 20 minutos está Buenos Aires, por tren. Más de una hora tarda el 60 que termina en Constitución y atraviesa la ciudad. Una oferta nada mal para visitar museos, ir al cine, al teatro, a bailar, a un festival de rock o música electrónica; o a escuchar buen tango o buen jazz. Con este adicional, el viaje al Tigre estará completo.
Más datos: www.tigre.gov.ar
Ente Municipal de Turismo de Tigre, de lunes a lunes, de 9.00 a 17.00
Mitre 305. T. 0800 888 TIGRE
Estación Fluvial: Mitre 305
Alquiler de lanchas- taxi: 011 4749 1896
De Tigre a Buenos Aires, la última estación del Tren de la Costa es Maipú, en Olivos y desde allí se puede hacer una conexión con la línea Mitre de TBA (ex Ferrocarril Mitre) con destino a Retiro.
VILLA JULIA: Paseo Victorica 800 – T 011 4749 0642 / 0242
villajulia@newage-hotels.com
Atelier Chez Lissie www.restaurantatelier.com.ar
.
jueves, 3 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario