viernes, 4 de abril de 2008

SAN ISIDRO: 300 AÑOS NO SON POCOS

Especial de Vilma Lilia Osella
(Esta nota se redactó en el aniversario de los 300 años de esa Ciudad-)

“Vamos a festejar este tercer centenario sin desmesura, desde el primero hasta el último día de 2006. Con ese estilo sobrio y cuidadoso que caracteriza a los sanisidrenses; con un programa que incluye las iniciativas y las ideas de las instituciones y los vecinos. Con un diseño descentralizado en el que participará cada localidad que conforma el partido: Acassuso, Beccar, Boulogne, Martínez, Villa Adelina y San Isidro”, indicó el joven abogado, de trayectoria política familiar y finalmente intendente de este partido, Gustavo Posse.
Y así, todos los días se agrega una adhesión a esta propuesta que lleva la Marca de los 300 Años: un hermoso árbol de varios verdes con flores y cintas de colores y arraigado en la fecha, que ganó el Concurso Nacional de la Marca. Tarea que la publicista Doris Capurro organizó para consolidar la identidad de los 300 años. Hoy, la marca acompaña todas las manifestaciones artísticas, culturales, deportivas, sociales y oficiales que se propusieron, se proponen y se propondrán durante el año. Y a esta invitación ya se contestó con regatas, (de vela y de kayak), muestras plásticas, música, artesanía expuesta y demás expresiones como fiestas en el Tren de la Costa, “que vino a reemplazar en 1995, al viejo tren del Bajo, tan pintoresco y querido, instalado en 1891 para unir Retiro con la flamante Estación San Isidro”, explica el historiador Félix Luna. Y cuyas nuevas estaciones Las Barrancas y San Isidro, inmersas en este partido, tienen enclavados buenos paseos de compras, gastronomía, feria artesanal, del anticuario y objetos viejos, café temático y venta de productos regionales que atraen todo el tiempo.

“Esta forma horizontal de participación que introdujo el intendente y es un modelo de gestión, tiene buena réplica”, indica Eleonora Jaureguiberry, Coordinadora General de los 300 años. “En Educación, hay un plan general que abarca los tres niveles: en el inicial un grupo de recreadores fueron contratados para la puesta al día de juegos que se realizaban en épocas coloniales. Se llama “Los viajeros del ayer” y visitan a los chicos de todos los jardines del partido, que los aprenden y así se acercan a la historia. En primaria, el Museo Viajero Saavedra, con sede en San Isidro, preparó una maqueta, también viajera, que representa la historia de cada población del partido. Y el Polimodal fue tentado a que, en cada colegio, se produzca un programa radial”, se entusiasma. “Se prepara una gran clásico entre CASI y SIC y se alienta a que cada club de rugby se emocione, divierta y represente a los 300 años. Se estimuló al golf, a la música clásica, a las carreras pedestres. Y en octubre, más precisamente el 20 habrá Gran fiesta Gran, pero por ahora es secreta”, concluye Eleonora.

El 15 de Mayo, como siempre

Lo que no resiste ningún cambio ni está pensado como turismo sustentable ni como atractivo turístico sino que es una auténtica profesión de fe, es la procesión del 15 de mayo, día de San Isidro Labrador. Todo el pueblo se lanza a caminar las entrecruzadas y pintorescas calles y recorre la Manzana Municipal donde se aprecian construcciones de variada arquitectura: el Honorable Concejo Deliberante; el Teatro del Viejo Concejo; el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal; el Chalet Las Brisas y el Museo del Rugby. Atravesando por la famosa zona de quintas, llegan a la Casa de los Anchorena, donde funciona el colegio “San Juan el Precursor”. Y continúan por la casona de doña Mariquita Sánchez de Thompson “Los Ombúes”, el “Mirador de los 3 Ombúes” y la “Quinta de los Naranjos”.También está “La Porteña” solar de Luis Vernet, primer gobernador de las Islas Malvinas. La caravana no ignora otros sitios que suelen ser circuitos turísticos en días normales: la Biblioteca popular Juan Martín de Pueyrredón, la Casa de la Cultura, Villa Ocampo, la reciclada casa construida por Manuel Ocampo, padre de Victoria y donada a la UNESCO. Sentidos, los feligreses llegan a la costa portando en alto la figura del santo y la de su esposa Santa María de la Cabeza. Ideales para turistas o para los sanesidrenses en días normales, la columna, llena de unción, ignora todo lo que no sea el homenaje al santo labriego. Se efectúa después de la solemne misa y antes de la fiesta popular que derrama sobre las barrancas del Río de la Plata todo el color de las artesanías, las comidas típicas, los frutos del lugar, los trajes de baile de quienes se disponen a las danzas folklóricas, sin olvidar el negro de la vestimenta de los paisanos, con cintos y facones de plata al igual que las tachas de sus botas. Y también antes que se ofrezca el tradicional Ciclo de Música Sacra, en la gótica catedral.

La verdad sea dicha

Se afirma que las dos imágenes, la de San Isidro y su esposa, datan de 1706 cuando Domingo de Acassuso un mulato español, más precisamente vasco, que llegó como soldado al Pago del Monte Grande o Pago de la Costa y bien pronto fue capitán, propenso a negocios non sanctos como la venta de esclavos, por ejemplo, frente al notario y con el corazón contrito, testimonió: “Yo tengo especial vocación con el señor San Isidro Labrador, por lo cual y el deseo que me asiste de celebrar su fiesta, he resuelto erigir capilla que a un mismo tiempo sirva para que los vecinos y moradores del Pago del Monte Grande logren el bien de tener misa los domingos y días de fiesta”. Y añade en esta especie de “fe de bautismo” de San Isidro, que su familia tenía devoción por este santo labrador. Nada mejor que venerar un labrador en esta tierra que era “de pan llevar”, porque sus pobladores cultivaban trigo; en esta tierra donde se sembraba, cosechaba y vendía a Buenos Aires toda clase de alimentos que proveía la tierra.
“Yo sé que desde el siglo XIX, cuando se edifica la catedral sobre la vieja capilla, está la imagen en este lugar”, dice el párroco, presbítero Pedro Oeyen. “No me animaría a afirmar que sea la primitiva imagen”, afirma. Lo que sí sabe es que toda la vida de la ciudad se desarrolló en torno a esta iglesia. Un siglo más tarde de su creación, los fieles pidieron y consiguieron que el pueblo llevara el nombre del santo. “Aquí se guarecieron las fuerzas de Liniers, antes de reconquistar Buenos Aires, invadida por los ingleses. Julián Navarro, párroco de San Isidro, acompañó a San Martín en las batallas de San Lorenzo, Maipú y el cruce de los Andes”, remarca el sacerdote. A pocos metros del templo murió Juan Martín de Pueyrredón, primer Director Supremo de la Provincias del Río de la Plata, con quien San Martín pergeñó esa campaña. “La contribución de todos los vecinos hizo posible la reconstitución en estilo neogótico y hoy nos permite una nueva puesta en valor”, concluye el párroco. Lo cierto es que por fuera, la magnitud del templo, construido por los arquitectos Jacques Dunant y Charles Paquin e inaugurado en 1895, impresiona bien. Es una cruz latina de tres naves y un ábside circular. Las paredes de piedra y ladrillo; sus aberturas con vitrales y rosetones góticos. Al entrar al lugar, despojado de retablos, con tan altas paredes, ventanales y vitrales altos, todo tan sintético y lineal, uno se acerca a lo trascendente de forma muy particular y tan despojada que da gusto.

También está el mundo

“Este año, las fiestas patronales se celebrarán el 13,14 y 15 de mayo. Hay una gran movida comercial para colaborar: se abaratan costos en los productos como forma de favorecer, se abren los museos, las casas históricas, se piensa en visitas guiadas. Una forma de participar durante los 3 días festivos”, explica María Tomiozzo, experta en Turismo, con flamante tecnicatura en Gestión y encargada de la Oficina de Turismo que depende de Planeamiento, en San Isidro. Y desplegando un mapa indica “San Isidro tiene 5 canchas de golf; el hipódromo; el Jockey Club; un Paseo de la Ribera con una amplia oferta gastronómica, junto a clubes de windsurf, bici senda y amplios espacios verdes; los mejores clubes náuticos de la zona norte; las estaciones del Tren de la Costa; el atractivo de su historia y su cultura. El culto a San Isidro Labrador, a Santa Rita de Casia, a Nuestra Seora de Lourdes y a Nuestra Señora de Schoenstatt. Todo para pensar en un turismo sustentable que, a corto plazo, sea un importante ingreso para el partido”.

Y es cierto: ya hay ingleses, alemanes, franceses y norteamericanos junto a japoneses y brasileños bajando la barranca , desentrañando las flores que componen el reloj floral y comprando ropa artesanal, collares y pulseras de rodocrocita, mates pamperos y bombillas de plata Turismo cultural, histórico, deportivo, religioso. Una buena excusa para planear un viaje de los que se recuerdan, de los que se regustan. Y una vuelta a la historia, al silencio, al río que en estos viejos pagos “de pan llevar” es una tentación cotidiana a la que se le hace muy buen culto.

Más datos:
(011) 4 802 9299

1 comentario:

vilma lilia osella dijo...

enrique abad dice. Es bueno tener notas de Buenos Aires como ésta

vilen@infovia.com.ar