Especial de Vilma Lilia Osella
“Todos los días, todo el año”, reza un slogan de Paso de la Patria, pago chico, que albergó al general Bartolomé Mitre, cuando en la guerra de la Triple Alianza señalo y dijo: “Este es el paso por donde atravesará mi ejército” y señaló a la vecina y chaqueña isla del Cerrito, donde se le ganó la guerra al Paraguay. Claro que después la diplomacia inglesa hizo lo suyo y el país se dividió, pero esa es harina de otro costal.
Naturaleza pródiga, ésta de “El Paso”, como le llaman los correntinos, donde se la disfruta sin degradar, sin interferir, sin agredirla: para eso está el mate con chipá o torta frita o pan con chicharrón o con torta asada que se come con codicia, en rueda de amigos hasta cuando uno tenga ganas y antes de que algún sapucay altere la digestión.
Las charlas por la noche, que habitada de estrellas derrama su encanto sobre el Paraná, río ancho, venturoso, donde las rocas costeras arropan la vegetación subtropical, donde reina “el tigre del Paraná”, como se le llama al dorado, pez guerrero (si los hay) que salta, brinca, se sumerge, se escapa y combinado con el sol muda sus escamas en fuego, encegueciendo y deslumbrando a su contrincante. Así, cuando se convierte en trofeo de pescadores, deviene en atracción máxima. (“Cuando sacás un dorado te olvidás de todo. Es pura adrenalina y distracción y querés volver”, dice Mabel Álvaro oriunda de Azul, primer premio de la Edición 2005 del torneo de pesca de este lugar, quien todos los años insiste en la aventura)
Este año, este lugar
En abril, en este escenario, se desarrolla el Torneo Apertura del Dorado con Devolución y paralelamente el Torneo de Costa. “Participan siempre en las dos competencias, chilenos, formoseños, chaqueños, bonaerenses, misioneros, gitanos, santafecinos y tucumanos. Hace 7 años se agregó este último torneo que tiene nivel nacional y tres categorías: infantil, juvenil y adulta”, confesó Gustavo Aguirre, Secretario de Prensa y Difusión de la Municipalidad de Paso de la Patria. Mientras que Mario Dahlquist, fiscalizador de costa perteneciente a la Federación Correntina de Pesca (FECOPE), entidad que mide y pesa los pescados, remarcó. “En el Torneo de Costa se muestran mojarritas, mojarras, bagres y bogas. En el Torneo Apertura del Dorado con devolución, participan más de 50 lanchas con 3 personas a bordo, lo cual conforma una cifra de más de 150 personas en competencia” Agregó “Se determinan seis fiscales con una lancha cada uno. Al levantar los pescadores la bandera roja indican que picó el animal. Entonces, los fiscales se acercan a la embarcación, miden, pesan y controlan que el pez sea devuelto al agua”.
El dorado debe “decidir” volver a su hábitat “Es así que no se lo empuja, se lo deja deslizar naturalmente hasta que retorna al agua”, explicó Carlos Ortiz, Director de Turismo de Paso de la Patria, quien ideó que la fiesta sigue por la tarde con una feria artesanal bordeando el anfiteatro, con mucho mate, más chipás, chamamés, bailes folklóricos, donde se lucen las escuelas y la “Academia Diarte de Dionisio Soler”. No falta la elección de la reina y por la noche, en una espléndida fiesta de gala, se entregan los premios. Toda la Semana Santa está plena de motivaciones que no dejan de lado lo religioso. La familia entera del pescador y el visitante sigue la pasión de Cristo, reza la Coronilla de Jesús Misericordioso y escucha todo tipo de música donde no falta el rock. Y este es el comienzo de toda una época de visitas de pescadores que culminará en agosto cuando naranjos y lapachos florecidos tributen su perfume y su color y la gente llegue hasta este recodo del Paraná, pariente del mar y se realice la Gran Fiesta Nacional del Dorado.
Y también está la historia
Buscando un camino en el Alto Paraná, para comunicarse con Paraguay, el Procurador de la Ciudad de Corrientes, don Francisco Quevedo, fue encomendado para la elección del mejor paso para comunicarse con Curupaití, destacamento militar de aquel país. “Y lo encontró aquí, en Paso de la Patria y lo fundó en 1782 con el nombre de Paso del Rey”, explica María Teresa Ramírez de García, madre del actual intendente de esta villa turística, Oscar García. María Teresa fue directora de escuela, investigadora y autora de la primera recopilación histórica del lugar. “Caído el poder real, el nombre ya fue embarazoso y hacia 1812 ya se citaba el lugar en documentos como Paso de la Patria. Entonces, era un corredor entre Argentina y Paraguay para paso de ganado y todo tipo de transacción comercial. Pero llegó la Guerra de la Triple Alianza y fue entre los arroyos San Juan Y Pehuajó donde se obligó el retroceso de las fuerzas paraguayas que definitivamente fueron batidas, entre el Pehuajó y el bosque que cierra el descampado de Paso de la Patria”, comenta María Teresa quien también es poeta. “Al lugar donde acampaba el ejercito, un decreto provincial lo declaró “Parque Histórico”: hoy es uno de los atractivos de la ciudad.” Otro es Punta Mitre, sobre el cauce del Paraná donde se levanta un monolito recordatorio. “El 19 de noviembre de 1872 se crea con fuerza de ley el pueblo de Paso de la Patria, como se lo denominó en documentos de la Revolución de Mayo”, concluye la investigadora.
Los pioneros
Españoles, portugueses, italianos y también paraguayos se afiataron en estos lares en pequeñas chacras donde la naranja, la mandioca, el maíz y las verduras junto al ganado empezaban a dejar divisas. Los barcos llegaban de todas partes y traían y llevaban mercaderías, medicamentos, suntuarios que se intercambiaban con diferentes puntos del mundo. Y, cuando los automotores se van imponiendo, aparecen los caminos entre las chacras.
“Comprá, comprá, le dijo a mi abuelo, Aníbal Señorans, don Hortensio Quijano que fue vicepresidente de Juan Domingo Perón. Se trataba de invertir en campos de Paso de la Patria. Y mi abuelo, compró una inmensa cantidad de hectáreas cuyo casco se llamaba “El Relincho”. Lo regenteaba un gaucho poeta y pintor, don Corazón Vallejo.”, señala Helena Santa Coloma, mientras para el motor del autor y dice y señala “Mirá, mirá, esa es la Capilla histórica del pueblo que fue hospital en la Guerra de la Triple Alianza en 1890 y cobijó en un tiempo todo lo que la representaba. Los recuerdos fueron quitados de ese lugar y, sin embargo, allí debería funcionar el Museo Mitre porque se lo merece. En Punta Itacorá y en Punta de Piedra hay restos de charreteras, espuelas, bayonetas de la guerra de la Triple Alianza”, sentencia.
De pura cepa
Mientras su abuelo paterno dona la Quinta de Olivos, el abuelo Señorans, padre de su madre, le da vida a este pueblo con sus plantaciones de naranjales, vegetales y mandioca. Abre caminos y calles. Trae mercadería del Dorado (Misiones) y lleva para allá naranjas. Había dos arroyos y un río. Y canoas y barcos .Entonces pensó en puentes para que la gente y los carros se desplazaran: “Uno se llama “de los Suspiros” y el otro “de las Lágrimas”. Eran los suspiros y las lágrimas de mi abuela que decía que con cada puente se iba un poco más del patrimonio familiar”, sonríe Helena. Paso de la Patria crece aún más: se construyen barrios. El abuelo dona dos hectáreas de costa para que se pavimente la Ruta 2 (provincial). Y calles para llegar al río y al camino y acelerar la comunicación. Su padre, Tomás Antonio Santa Coloma sigue la obra mientras su madre, discípula de Urruchua, pinta el primer rancho de “El Relincho”que hoy luce en la casa.
Las calles se llaman como los peces: Av. de la Boga, calle del Surubí, Avenida del Dorado, Pacú. Y como los árboles: del quebracho, del birapitá, del laurel, del jacarandá. “Esa es la Isla de los Enamorados”, explica Helena cuando se pasea por la costa, y añade “Nadie puede acercarse porque una pareja muere allí haciendo el amor y no quiere que nadie los moleste”. Mitos y leyendas de esta tierra guaraní. Pero la que sabe de esto es su prima María Teresa Alemán Urquiza, tataranieta de Justo José quien prepara un Parque Temático Mitológico que se llamará “Tierra de Guaraníes”. Ya están listas las maquetas: vivirán en él “La Garza Real” una garza blanca convertida en reina por Tupá la deidad guaraní; “Isí”, la madre del agua; “El lobisón”; “El pombero y el pomberito”; “La Flor del Irupé”; “ Anahí” ( la flor del ceibo) “El carau y su cuñataí” (el lamento de los esteros y su novia). Y será lindo verlo a la entrada del Paso, donde tiene pensado instalarlo Carlos Ortiz, el Director de Turismo. Verlo, decíamos, cuando los camalotes en el Paraná nos anuncien que hemos llegado a este sagrado refugio natural, de arenas blancas, de alborotados pájaros cantores, de dominio total del Dorado, de bosques, matas, artesanías y flores de mil colores. Y le digamos al Paraná como el pionero Julián Lafuente, español y dueño del mejor complejo de cabañas del lugar: “Has penetrado mi piel/ te has hecho fibra de mi fibra/y hoy ya no puedo vivir/ si no es contigo.”
jueves, 3 de abril de 2008
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