PUERTO MADERO: DÍA, NOCHE, CAMBIOS… Y TAMBIEN EL RIO
Limpio, el río circunda esta zona reciclada, reconvertida, recuperada. Unos viejos galpones del puerto, que se encuentran a lo largo de los 4 diques de estructura de hormigón, o hierro y madera, con cimientos de piedra, un cerramiento de ladrillos a la vista y aberturas de hierro fundido. Galpones puestos al día para transformarse en departamentos, restaurantes, confiterías paquetas, universidades, oficinas: un nuevo rincón de la ciudad que integra al río a la vida diaria.
Los atractivos comienzan a desgranar en la Iglesia Nuestra Señora de la Esperanza (Rosario Vera Peñalosa Esq. Aine Paine) ubicada en un predio cedido por la Corporación Antiguo Puerto Madero: el primer edificio construido en la zona, cuando, en 1994.aborda el compromiso de convertirse en barrio. Posee una arquitectura particular, inversa a la que se utilizó en la ciudad, puesto que con sus fachadas de ladrillo imita la arquitectura del puerto. Se trata de una nave circular que mira a los jardines, a una laguna, y al río, con ciertos elementos románicos como muros de ladrillo, cielorrasos de madera y pisos dibujados que cierran este espacio. Completa la construcción un alto campanario con soporte de cruz y campanas, como referente visual y auditivo.
Luego, se podrá visitar la Universidad Católica Argentina. Este espacio cultural, se sumó a la idea de crear un polo educativo en el área remodelada de los viejos galpones portuarios para albergar en sus dos sedes, Santo Tomás Moro y San Alberto Magno, las facultades de Ciencias Sociales, Económicas y Políticas, Derecho, Derecho Canónico, Ingeniería, Música y Ciencias de la Salud.
Inmediato, el Puente de la Mujer o Puente de Calatrava se ve imponente: es la obra del ingeniero catalán Sebastián Calatrava.
Construido para abreviar el camino hacia la otra orilla del río, ya que de otro modo sería necesario caminar hacia uno u otro lado para cruzar por los puentes vehiculares.
Consta de un cuerpo cubierto en madera y un obelisco inclinado, sostenido por varios tensores, lo que le da la forma de una gran arpa.
Se impone visitar la Fragata Sarmiento que fue botada en 1960. Dos años después se la declaró Monumento Histórico Nacional y Museo de los Viajes y las Misiones Oficiales Realizadas. Es que participó, en representación de nuestro país de numerosos actos protocolares como la coronación de Eduardo VII de Inglaterra, la de Alfonso XIII de España, el Centenario de la Independencia de México, los festejos de la apertura del Canal de Panamá, la inauguración de la estatua del General San Martín en Boulogne Sur Mer (Francia) y la de Belgrano en Génova (Italia.) En la fragata, se exhiben objetos que hacen a nuestra historia cultural.
La Corbeta Uruguay no se queda atrás en oferta: es la nave argentina más antigua que aún se mantiene a flote. Fue construida en Inglaterra en 1874, tiene casco de acero forrado en madera, un desplazamiento de 550 toneladas y una eslora de 45 metros. Entre 1877 y 1880 fue Buque Escuela de la Armada Argentina. Egresaron de ella las tres primeras promociones de la Escuela Naval creada por Domingo Faustino Sarmiento, memorable prócer nacional. Integró la expedición del Comodoro Py que reafirmó nuestra soberanía en la Patagonia, amenazada por Chile. Su hazaña de renombre mundial ocurrió en 1903, cuando al mando del Capitán Julián Irizar, y sorteando terribles temporales, rescató a los integrantes de la expedición sueca dirigida por Otto Nordenskjoldf, cuyo buque, el Antartic, había sido destrozado por los hielos en el Polo Sur. Cumplió también funciones científicas, de transporte y apoyo a varias misiones de observación y estudio en las costas del Sur Argentino.
Vivo testimonio de más de 125 años de existencia resume su importancia histórica en tres grandes claves: soberanía, escuela y solidaridad. Fue Polvorín Flotante y, en 1960, se destinó a Buque Museo, declarándose años más tarde Monumento Histórico Nacional.
Finalmente está el Yacht Club Argentino, cuyos orígenes se remontan a 1882, cuando nace la navegación por placer. Este Club Casa flotante, aloja 250 marinas deportivas; posee un restaurante y para acceder a él, los visitantes o socios pueden hacerlo a través de una lancha que los lleva sin cargo hacia la otra orilla.
Sobre la dársena norte se encuentra la sede social del club, una excepcional construcción del año 1915. Se trata de un edificio ecléctico que rompe con los lineamientos clasicistas de la época. Su particular volumetría, totalmente asimétrica, remata con una torre de compleja composición que recuerda a un faro.
Y, por supuesto, después del paseo, alguien querrá saborear alguna de las exquisiteces que los restaurantes de la zona, refinados y de oferta variada, exponen a quien quiera acercarse. Buen apetito…
Vilma Lilia Osella
vil60per@yahoo.com.ar
vilmaosella@gmail.com
jueves, 16 de agosto de 2007
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